El sonido de los cuencos tibetanos, las flautas, el pandero y los demás instrumentos hermanos, nos invitan a un viaje a través del sonido, de las sensaciones y de los sentimientos y nos coge suavemente de la mano para llevarnos a un lugar de reposo donde poder sentirnos bien y escuchar con más claridad nuestra voz interior. Aparecen insigth que nos proporcionan nuevos caminos, nos abren ventanas y tienden puentes desde nuestro interior a la vida y de vuelta al centro.
El sonido nos remite a nuestra parte más ancestral y nos devuelve al espacio sagrado de la vida.
Crearemos armonías (o desarmonías) sonidos que nos llevarán a la relajación y a una experiencia de armonización de alta vibración.
Se recibe tumbado, con tu mantita, para sentirte cuidado y amado o se recibe en danza desde el movimiento para sentirte vibración.
LOS INSTRUMENTOS: cuencos tibetanos, de cuarzo, didgeridoo, ocean drums, flautas, panderos y otros, además del canto de armónico y la voz.